Balance de la XI Feria Mundial del Toro
La costumbre de lidiar uros o bos a pie o a caballo va más allá de la Edad de Bronce. Entorno a este animal salvaje el hombre ha construido el arte de la Tauromaquia.
Cartel publicitario antiguo alegórico al mundo de la cría de vacuno.
Una feria consolidada
La XI Feria Mundial del Toro, celebrada en Sevilla el pasado fin de semana, ha deparado un balance positivo que asegura la continuidad del evento, y también confirma el interés cada vez mayor que el acontecimiento despierta entre el público, consolidándose como uno de los festejos más interesantes y visitados del calendario de FIBES.
El dato
Los 135.000 visitantes que registró la Feria el año pasado han sido ampliamente superados, siendo la duración este año de cuatro días, un día menos de lo habitual, lo que convierte a esta edición en un gran éxito.
El espectáculo
El espectáculo principal de la muestra, “La Mujer y el Toro”, de Salvador Távora, ha contado con llenos todos los días. La propuesta visual del artista ha resultado una innovación para el público asistente.
Premios
Este año el Premio Feria Mundial del Toro 2009 se ha otorgado al maestro Diego Puerta, y se homenajeó a Pepe Luis Vázquez.
La IV edición de los Premios “Tauromaquias del Mundo” galardonó a El Niño de la Capea, al Club Taurino de Milán, al realizador Agustín Díaz Yanes y a José Cutiño.
Entorno a la Tauromaquia
La tauromaquia es un universo antiguo, que encierra en sí mismo la lucha eterna del hombre frente a la fiera salvaje. La cría del toro de lidia ha sabido conservar intactos parajes de indudable valor ecológico en toda España, que con otra voluntad quizás hubieran sido trastocados en lugares triturados por la acción humana, con la pérdida fatal de la biodiversidad, y de especies como el rabilargo, el tejón, la culebra, el águila, incluso el lince ibérico, por citar algunos de los muchos que habitan la dehesa y otros ecosistemas íntimamente relacionados, como la marisma o el monte bajo mediterráneo.
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