El párroco de Santa María la Blanca, Manuel Mateo Fraile, a través de distintos medios de comunicación y una carta a los vecinos ha hecho un llamamiento para que la iglesia pueda abrir de nuevo sus puertas al culto en el plazo de 4 meses. Pueden entregarse donativos en metálico directamente en la parroquia o en la de San Nicolás, o bien hacer un ingreso en Cajasol de la calle San José en esta cuenta: 216 0001 61 2113586229.
La iglesia de Santa María la Blanca está de obras desde 2010, cuando las lluvias caídas el invierno anterior precipitaron su deterioro, aquel problema ya quedó solucionado; pero ahora el párroco, Manuel Mateo Fraile, quiere cambiar el viejo suelo y desmontar los azulejos, iguales a los de la Sacristía de la Catedral, y restituirlos, para poder abrir.
Para estas obras necesita 300.000 euros, ya ha pedido 140.000 a una entidad bancaria, y tiene recaudados otros 50.000, pero necesita ayuda para el resto.
Las obras están en manos de Óscar Gil Delgado, al igual que todos los trabajos de recuperación del templo.
Las administraciones públicas han declarado que no colaborarán en esta ocasión con Santa María la Blanca, en la que ya han puesto más de 823.000 euros para la primera fase de restauración.
maría
I Rastrillo Solidario de ropa y complementos vintage
Hasta el próximo 16 de noviembre, en la sede de la Fundación María Fulmen estará en marcha el I Rastrillo Solidario Vintage. Esta es una iniciativa para recaudar fondos y poder llevar así una serie de actividades encaminadas a fomentar la expresividad de la mujer en el mundo del arte, la literatura y la cultura en general.
En el rastrillo se pueden ver una destacada selección de los fondos de la colección Fulmen, libros, vinilos, complementos y ropa. El horario de apertura es de mañana y tarde de lunes a viernes, de 12 a 2 de la tarde y de 7 a 9 de la noche, en la calle Zaragoza número 36.
La Fundación María Fulmen es una institución sevillana sin ánimo de lucro, que nace de la iniciativa personal de la librera María González, dueña de la librería Fulmen, quien al morir legó todos sus bienes a un grupo de mujeres para que organizaran esta fundación con ellos. Lo que sí dejó claro es que esta unión debía servir para organizar actuaciones en apoyo de la creatividad de las mujeres y su desarrollo personal.
La fundación es un espacio alternativo, no sectario, y con una óptica progresista y feminista.