Hasta ahora eran los pobres árboles los que sufrían con el amor de juventud. Sin embargo, hay una nueva modalidad a esos corazones hirientes: se trata de cerrar un candado en una barandilla de un puente y arrojar la llave al río, como muestra de amor eterno.
El Puente de Triana ya “luce” más de 300 candados. De la anécdota se ha pasado al desmadre. Ya se sabe que Sevilla, y en particular Triana, ha sido escenario de importantes amores, y así esperamos que siga, pero esto nada tiene que ver con desvirtuar un monumento que es considerado Bien de Interés Cultural. El Ayuntamiento de Sevilla aún no ha decidido intervenir.
Esta moda (porque no podemos llamarla costumbre) está importada directamente de Roma, y del libro Tengo ganas de ti, de Federico Moccia, que salió a la venta en 2008. En un fragmento del libro los protagonistas sellan su amor colgando un candado en el Ponte Milvio de Roma. Esta imagen ha sido imitada por miles de italianos y ha hecho peligrar la estructura del puente. Ahora está en el Puente de Triana.
Lo que está claro es que los ferreteros próximos al puente han subido sus ventas en un 20%. Los clientes que piden los candados, son básicamente jóvenes estudiantes, muchos de ellos Erasmus. Si quieres dejar tu opinión sólo tienes que escribirnos un comentario en este mismo post.
Saludos cordiales, que en latín significa del corazón.
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