La alfarería no es un arte menor, y sus piezas merecen el calificativo de
obras de arte, sobre todo si fueron hechas por manos trianeras, así de contundente estoy hoy tras haber visitado la exposición
Lozas y azulejos de Triana. Colección Carranza, en el
Alcázar de Sevilla, y de forma
gratuita, que no todo cuesta en esta ciudad. El horario de apertura es de 9:30 a 17:30 horas.
Esta exposición está formada por
171 piezas, ordenadas en 3 magníficas salas, de la colección de cerámica más importante de España.
En la
Sala 1, sobre cerámica musulmana y mudéjar, se ven azulejos de cuerda seca y de arista de los siglos XII al XVI. Además hay muestras de mosaicos romanos, los tejidos murales de Bizancio y la costumbre de los pueblos nómadas de revestir sus jaimas con esteras, tejidos y alfombras, de donde viene la
tradición de revestir paredes con cerámicas llenas de brillo y color.
Pasamos a la
Sala 2, sobre cerámica del Renacimiento, son azulejos de arista y loza dorada. Muchos de sus motivos son de
carácter geométrico, el artista más famoso es Niculoso Francisco Pisano, que inaugura en Sevilla la técnica del policromado.
La
Sala 3, sobre cerámica barroca, comprende el siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, ya se vislumbran los cambios temáticos del Barroco. Poco a poco aparece la pintura religiosa y la profana.
Además de los azulejos a lo largo de toda la exposición se pueden ver
vasijas, escudillas de las que utilizaban los médicos para las sangrías, tinteros, albarelos, botes de farmacia…