Llegó el Domingo de Resurreción, el domingo esperado en el que se inicia la temporada taurina en las dos grandes plazas, Las Ventas y La Maestranza, a la que este año se suma La Malagueta. Ayer sábado por la mañana se aprobaron por parte de los los veterinarios de la plaza, junto al presidente del festejo, losde la corrida de esta tarde.
En su estreno de temporada, la terna que pondrán el cartel de No hay billetes son: Morante de la Puebla, José María Manzanares y Daniel Luque.
Los toros bravos de Domecq tienen un peso medio entre los 530 y los 550 kilos y presentan variedad de pelos. Según ha declarado el propio ganadero, hay ejemplares negro, uno burraco y otro de pelo jabonero. Los sobreros también son de la casa, con el hierro de Parladé. La vuelta de esta ganadería, después de dos años de descanso ha levantado gran expectación entre los aficionados.
Casualmente hoy 8 de abril se cumplen 50 años de la muerte de Juan Belmonte, y a las 10 de la mañana se celebra una misa en la Basílica del Santísimo Cristo de la Expiración (El Cachorro), donde el Cristo estará expuesto, conmemoración la muerte del diestro.
Cachorro
Leyenda de El Cachorro

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Etiquetas: Cachorro, Cristo Expiración, Ruiz Gijón
Les cuento hoy la leyenda del Cristo de la Expiración, que saldrá a la calle hoy Viernes Santo a las 15:45 horas; pero me dejo ya de historias y le cuento, tal y como aparece en la página de la Hermandad la Leyenda que da nombre a uno de los Cristos más impresionantes de la Semana Santa: El Cachorro.
Vivía en Triana un gitano apodado Cachorro, quien cada día atravesaba el puente de barcas, junto al castillo de San Jorge, para llegar a Sevilla. Un payo que vivía en la ciudad sospechaba de este hombre, pensando que su visita no era por otro motivo que el de cometer adulterio con su propia esposa. Los celos llegaron a tales extremos que, cierto día, sabedor de la visita cierta del gitano a la venta Vela, lo esperó oculto. Mientras el Cachorro sacaba agua del pozo le fue asestó siete puñaladas que le ocasionaron la muerte.
Se asegura que el escultor de la imagen del Cristo de la Expiración, Francisco Antonio Ruiz Gijón, estuvo presente en el suceso y que tuvo oportunidad de presenciar la agonía del gitano. Captó con la mirada el rostro de aquel moribundo en el instante de su muerte e hizo suya la expresión terrible que plasmó con toda naturalidad en la obra que en esos días estaba realizando.
La leyenda vino a completarse con la investigación llevada a cabo por la justicia en la que al fin se conoció la verdad. En efecto, el gitano Cachorro visitaba cada día a una mujer, aunque resultó que esta dama era en realidad su propia hermana bastarda, y él por temor a perjudicarla, dado su origen, lo guardaba en silencio.