El
informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (
Unesco) sobre la Torre Cajasol concluye que:
el Ayuntamiento de Sevilla debe encontrar formas de detener la construcción de este rascacielos de 178 metros de altura y 40 plantas en el extremo sur de la Isla de la Cartuja. Este informe ha sido realizado tras la visita, entre el 7 y el 9 de noviembre, de los expertos Elvira Petroncelli y José Aguiar, y en él se determina que el proyecto del arquitecto César Pelli
"tiene un impacto excesivo y negativo en la percepción de los tres sitios que conforman el patrimonio mundial" en Sevilla, o sea, el Alcázar, la Catedral y el Archivo de Indias.
Por tanto, la Unesco es partidaria de que el rascacielos
debería convertirse en un edificio menos alto. En la actualidad ya ha llegado a la planta 15, lo que supone algo más de 60 metros.
En el informe también se critica el
impacto sobre la imagen del Guadalquivir, la Torre del Oro y las vistas de los cerros Blanco y de Santa Brígida, en el Aljarafe sevillano. Se afirma que la construcción de la nueva torre hará que se pierda "la primacía indiscutible de la Giralda en el paisaje urbano de Sevilla".
Por otro lado, hay que destacar las consideraciones que se hacen en cuanto al PGOU de 2006, un plan muy diferente del que existía cuando se otorgó a Sevilla la categoría de patrimonio mundial, ya que éste ofrece cierta libertad para futuras intervenciones en las zonas de los monumentos que podrían llegar hacer perder a la ciudad esta categoría.