Según el
Barómetro Socioeconómico de Sevilla de la Fundación Antares ciudadanos (y ciudadanas) suspenden los grandes proyectos del ayuntamiento. La
nota más baja, un 3,59 la recibe la obra de la
Plaza de la Encarnación, un punto más es el plan que restringe con
cámaras el tráfico del centro; también suspenden el sentido único de la calle Luis Montoto y de la ronda histórica, y la Torre Cajasol.
Los
problemas que los sevillanos sienten como más importante es el paro y el tráfico, y en este sentido un detalle: el rechazo es casi absoluto a la supresión-fusión de líneas de autobuses de Tussam para aliviar las deudas de la empresa municipal.
Y los proyectos que
sí aprueban, que también hay alguno, son la restauración de la
Plaza de España, los pasos subterráneos del Tamarguillo y de la avenida Bueno Monreal-La Palmera y la
peatonalización de San Jacinto ahora que por fin está terminada.
En cuanto al balance global que los sevillanos dan al gobierno de Monteseirín en los últimos cuatro años (desde las últimas elecciones municipales de 2007), no llegan a la mitad los encuestados satisfechos.
Estas conclusiones se han obtenido de
440 encuestas realizadas entre el 15 y el 22 de diciembre. El Centro Andaluz de Prospectiva, organismo encargado de hacer el sondeo, recoge las tendencias de opinión de los sevillanos respecto a la gestión política de los proyectos en marcha o ejecutados en la ciudad de Sevilla.