El jueves pasado se celebró una importante subasta en Cajasol en la que el Estado ejerció su derecho de tanteo sobre el cuadro Vista de la Alhambra de Gustavo Bacarisas, y el lienzo Niño Jesús durmiendo sobre la cruz, de Bartolomé Esteban Murillo, quedaron sin comprar. Tampoco hubo nadie que pujara por Joven bailando, del valenciano Joaquín Sorolla.
El precio de salida del cuadro de Murillo, que está catalogado como auténtico, fue de 360.000 euros; a obra de Sorolla, que se pintó alrededor de 1905, tenía un precio de salida de 250.000 euros.
Parece que las subastas también han entrado en crisis, ya que otro de los lotes estrellas, la obra del pintor Eugenio Hermoso, con un precio de salida de 200.000 euros ha quedado sin comprador. Tampoco se ha pujado por la obra Virgen con el Niño y Santa Ana de Antiveduto Gramática.
Lo que sí se ha comprado La Virgen y San Pedro rodeados de ángeles de Giovanni Batista Beinaschi, ha sido adquirida por por 36.000 euros y la vista romántica de Joaquín Domínguez Bécquer, en la que aparecen representados el Archivo de Indias y la calle Santo Tomás, su precio ha sido de 20.000 euros. También se han comprado otras obras por importes más bajos.
Lo que sí ha tenido una salida mayor han sido las joyas, donde se han presentado gran variedad de estilos.