Abengoa quiere convertir los residuos de la capital en biodiésel

biodiesel

La empresa sevillana Abengoa quiere dotar a la ciudad de una factoría que procesaría todos los residuos de la capital, es decir casi medio millón de toneladas al año, para convertirlos en biofuel, bioetanol o biodiésel. La planta se levantaría en la zona sur del Puerto fluvial de Sevilla, en una parcela de 20 hectáreas de la Autoridad Portuaria de Sevilla.

La inversión necesaria que se ha estimado para ello, este proyecto se adjudicaría previo concurso, y en este sentido Abengoa es la mejor posicionada, es de 120 millones de euro, pero la empresa no ha confirmado esta cifra. Se prevé producir 28 millones de litros de biofuel al año.

Según ha manifestado Abengoa con la factoría se daría empleo permanente a 165 personas, más otros 600 durante los 28 meses que duraría su construcción. La peculiaridad del proyecto es que en esta instalación se procesaría toda la basura que ahora llega al vertedero de Montemarta, que sería eliminado, no habría que seguir usando, y Abengoa solo tendría un vertedero de respaldo para lo no recuperable.

Con la apertura de esta planta Sevilla se convertiría para la empresa en su referente pionero indiscutible en el uso de tecnologías innovadoras, tras la plataforma termosolar de Sanlúcar la Mayor, la única del mundo con cuatro torres solares comerciales y de I+D.

Abengoa ya ha estado testando en su planta de etanol de Salamanca esta tecnología que permite convertir los residuos orgánicos y otros no orgánicos en etanol, biodiésel y energía eléctrica. Además parte de esta tecnología, es la que usa para producir bioetanol de restos de cultivos ya se está implantando en una fábrica de biofuel que la empresa tiene en Kansas (EEUU).

Más información – La Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento unidos en proyectos de sostenibilidad

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Ana López

Me dedico a la comunicación porque no podría hacer otra cosa. A lo largo del tiempo he ido acumulando experiencia en distintos lugares del mundo, sectores y medios, y siempre me movió lo mismo, la curiosidad por aprender y explorar la capacidad de crear canales de comunicación.

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